En el mes de mayo el Ministro de Educación Universitaria, comenzó a anunciar que la OPSU tomaría para sí todos los cupos de las universidades e iban a rescatar en ese momento, lo que tenía que ver con los procesos internos de admisión, a excepción de las pruebas de admisión, porque hay procesos de las universidades con mecanismos de ingreso que tienen que ver con la atención a estudiantes discapacitados, población indígena, altos rendimientos locales, convenios con los gremios y los programas compensatorios, como Fray Juan Ramos de Lora, que permite que estudiantes talentosos de la región andina puedan ingresar de manera preferencial a la Universidad de Los Andes, cuando estos vienen de clases populares más desposeídas. “La OPSU no solamente contenta con arrogarse una competencia que ella no tiene, ni el mismo ministerio, ya que según el Artículo 109 de la Constitución Bolivariana de Venezuela, prevé que las universidades tienen sus propias Normas de gobierno, sus Reglamentos y hay un Reglamento de Política Matricular que no ha sido derogado, por lo que la universidad tenía derecho al 70 por ciento de los cupos que se habían ofertado en la tabla para el año 2016. La OPSU manda 3 asignaciones, una en el mes de junio, otra en julio y una última en agosto, en la cual envían 4 mil 700 estudiantes más de los que deberían enviar. Eso hace que facultades como Medicina, en sus carreras de Medicina y Nutrición en todos sus núcleos y Odontología, tengan un volumen de estudiantes asignados que es el doble o el triple de lo que pueden atender. En el caso de la Facultad de Odontología la situación es más dramática, porque el número de estudiantes es restringido, más aún porque muchas materias tienen un componente clínico y entenderá la gente que dos o tres estudiantes no pueden trabajar en la boca de un paciente al mismo tiempo”, indicó José María Andérez, secretario de la ULA. Esto ocurre en un momento en que los gastos de funcionamiento de la universidad en bolívares constantes, son muchos menos que los del año pasado, ya que apenas aumenta un poco en cuanto al volumen de recursos que se van a enviar para estos gastos y cuando se les descuenta el proceso inflacionario, solo se va a disponer de un tercio o un cuarto de lo que tenían antes para su funcionamiento, lo que va a agravar la problemática que ya existe en la ULA, en donde prácticamente muchas dependencias y oficinas están paradas por faltas de insumos y materiales de trabajo. “Recibir este contingente de estudiantes, además de los estudiantes nuestros, a los cuales se les garantizó que al participar en los mecanismos de selección iban a tener su cupo seguro, siempre y cuando se lo ganaran, nos pone en una situación de recibir más estudiantes que el año pasado pero con menos presupuesto, eso anticipa que vamos a tener muchísimas dificultades y que el gobierno no termina de entender que una educación masificada pero sin calidad, no le sirve ni al país ni a los ciudadanos. Improvisar de esa manera en un momento en el cual los profesores están renunciando para irse al exterior por los bajos sueldos y salarios que perciben, por la inseguridad, por problemas de atención en el área de salud, ha hecho que nuestro profesores, técnicos y profesionales busquen en otros países la posibilidad de rehacer su vida profesional y personal y los concursos que se llaman en la universidad, debido a los bajos salarios no se llenan en algunas facultades y solo cubren en ocasiones un 50 por ciento”, resaltó el profesor Andérez. La universidad y los universitarios están cansados de estos desafectos que tiene el Gobierno Nacional, por lo que los han invitado a dialogar, tampoco se niegan a recibir a estos estudiantes, muy por el contrario quieren que más vengan a la universidad, sobre todo a las autónomas, en donde se les garantiza una eficiencia y calidad en la educación, la cual no tienen otras universidades de reciente creación. Sin embargo, señaló el profesor Andérez que masificar en estos momentos la educación universitaria, en donde no hay presupuesto para las universidades, para sus gastos tanto de funcionamiento como de personal e infraestructura, es una receta para el desastre, por lo que se impone que en el país para tomar la senda del desarrollo haya una gran concertación entre quienes educan, quienes generan investigación y desarrollo y quienes financian la investigación, que obviamente es el estado venezolano a través del Gobierno Nacional, sin eso cada día la calidad de la educación superior va a seguir deteriorándose. “Hay que hacer el esfuerzo para que la calidad se mantenga y que las universidades sigan siendo los sitios de excelencia que fueron hace un tiempo y en donde por ejemplo, se contaba con un barril de petróleo que estuvo en un precio de 10 dólares y hoy está en 40, si las políticas económicas en este país se hubieran llevado de la mano de la sensatez y se hubiera dejado a un lado el populismo y la improvisación, hoy hubiéramos tenido un país muchísimo mejor que hace unos años atrás”.