La lucha que desde hace meses mantienen todos los trabajadores de las diferentes universidades autónomas del país en exigencia de un salario justo, tiende a radicalizarse frente a la indiferencia del Gobierno Nacional, quien no ofrece respuestas ni tampoco abre las puertas al diálogo como una ventana para llegar a un acuerdo. Así lo expresó el profesor Luis Loaiza, presidente de la Apula y miembro de la Intergremial Universitaria, quien manifestó que se decidió, en primer lugar, ratificar el horario de protesta de 7 de la mañana a 1 pm, adoptado en la universidad; en segundo lugar, convocar a un nuevo paro administrativo de 24 horas para este jueves 15 de octubre, y la tercera es que ante el agotamiento de la paciencia, si esta semana no se producen resultados de las conversaciones con el gobierno, entonces a partir de los próximos días habrá que tomar las calles. El profesor Loaiza señaló que ha existido demasiada dilación para que se dé un encuentro entre la Fapuv y el Gobierno, de tal forma que "esta situación es inaguantable, y esto conduce a que la próxima semana se tomen las protestas de calle, frente a tanto irrespeto del gobierno nacional hacia los trabajadores universitarios. Gobierno nacional se burla de los trabajadores universitarios El profesor Loaiza también señaló que este tema, ya no es exclusivamente gremial sino institucional, porque no hay recursos ni siquiera para el funcionamiento de la ULA; por lo tanto, las autoridades universitarias también deben unirse a esta lucha, porque el gobierno, con el salario injusto que aprobó a los universitarios y el cual ni siquiera ha sido cancelado tal como lo estableció en un cronograma, luego de aprobada la segunda convención colectiva; ahora deja a las universidades del país en cola, para irles depositando a cuentagotas los recursos para pagos fraccionados a sus trabajadores en el transcurso del tiempo. Enfatizó Loaiza que los gastos de funcionamiento son totalmente deficitarios, lo cual no permite ni siquiera iniciar las clases, ya que no se les garantiza el servicio de comedor a los estudiantes así como tampoco el de transporte, debido a que no hay dinero para comprar los repuestos para los autobuses, ni material para los laboratorios y mucho menos agua, café, papel de baño, servilletas y otros enseres que pueden garantizar a los trabajadores un buen ambiente en sus oficinas de trabajo.