El estudiante universitario, como futuro profesional la República, siempre ha estado atento y sensible a las realidades del país. No en balde, la historia de Venezuela ha estado signada en sus momentos de mayor criticidad, anarquía y depauperación por la actuación contundente y desencadenante de estos muchachos que han reconocido su rol como hombre y mujeres.

Los estudiantes universitarios, siempre han estado atentos al rol que un presidente de la República o gobierno de turno, asume como hombre democráticamente elegido y responsable de dar vía ejecutiva a los proyectos propuestos y hacer realidad las esperanzas del pueblo que le dio el voto de confianza.

Las anteriores consideraciones pertenecen al rector de la Universidad de Los Andes, Mario Bonucci, quien además cree que los estudiantes, desde sus aulas, también ponen la lupa a las autoridades universitarias, a la calidad de la academia y la investigación que imparten sus profesores. Visualizar y asimilar esos roles y la de muchos otros funcionarios de importancia, de manera que sean reconocidos como ejemplarizantes es también parte del aprendizaje en la vida.

El rector aseveró que la construcción del rol futuro de cada estudiante define lo que será su desenvolvimiento como ciudadano. "Debe ser un ciudadano capaz de coadyuvar al perfeccionamiento de la leyes justas, pero también que se imponga con vehemencia a la leyes injustas y a aquellos hombres que la promuevan, porque en definitiva esa es parte de su defensa por la prevalencia de los principios de la democracia", dijo.

La celebración del Día Nacional del Estudiante Universitario, este 21 de noviembre, vuelve a la palestra en momentos en que el país está clamando por impulsar los cambios que las grandes mayorías anhelan. Cambios que pueden ser posibles con la atención puesta en los actuales y críticos momento que atraviesa Venezuela.

La Universidad de Los Andes, para homenajear a los aventajados estudiantes de esta casa de estudios, dispuso de un acto honorable donde se reconoció con la Orden Luis María Ribas Dávila y la Distición Elbano Osuna, realizado la mañana de este lunes 21 de noviembre en el Aula Magna. Para hacer referencia historial del origen de esta fecha adjuntamos a esta nota unos párrafos del portal Universia. Día Nacional que se decreta para recordar la huelga universitaria que contribuyó con la caída de Marcos Pérez Jiménez./Prensa ULA

La historia Venezuela era regida por el gobierno dictatorial.

En 1957, el gobierno organizó un plebiscito en su búsqueda continua de poder. La población ya estaba cansada y los estudiantes manifestaron su descontento en liceos y universidades. Este fue el primer acto de desobediencia en muchos años y el comienzo de una serie de manifestaciones que impulsaron la caída del régimen.

El 21 de noviembre de 1957, estudiantes de las universidades Central de Venezuela y Católica Andrés Bello irrumpieron en el Congreso de Cardiología de la UCV, a todo riesgo para denunciar a una dictadura que no permitía el ejercicio de la libertad de expresión ni de otros derechos humanos. Estas acciones despertaron el espíritu de lucha de Caracas, que parecía dormida. El Frente Universitario pasó a ser entonces la brigada de ataque callejero. A partir de allí, se desarrollaría una febril actividad semiclandestina en universidades, liceos y colegios en contra de la dictadura.

El 21 de noviembre se consagró como Día del Estudiante, por la gesta cumplida en las universidades. Estas acciones, junto con el descontento popular, civil y militar, fueron determinantes para que se diera el 23 de enero de 1958, fecha clave en la historia de un país que apostó todo por vivir en un régimen democrático. ./Universia Venezuela