** Organismos nacionales e internacionales certifican y premian la calidad del trabajo que realizan investigadores y estudiantes de las carreras de Física, Química, Matemáticas y Biología, quienes a lo largo de casi medio siglo se han dedicado a conocer, aún más, las bondades de las ciencias básicas

El 2 de marzo de 1970 la Universidad de Los Andes convirtió su Centro de Ciencias en una Facultad que acogió, desde entonces, los estudios en Física, Química, Matemáticas y Biología, es así como, hace 45 años ya, que la universidad cuenta con una dependencia académica que se ha fortalecido en cuanto a la investigación, así como en formación de profesionales dedicados a las ciencias básicas.

Para aquel entonces, tal y como lo es en la actualidad, la ULA poseía dentro de sus nóminas destacados investigadores, y en ese sentido le correspondió al reconocido doctor Francisco De Venanzi dictar la clase magistral en el Aula Magna, con la que se dio inicio formal a las actividades de la Facultad de Ciencias, correspondiendo al reconocido profesor Antonio Luis Cárdenas ser el primer decano.

El profesor Andrés Abad, actual director académico, señaló que durante el tiempo de su permanencia dentro de la Facultad de Ciencias, la investigación ha prevalecido como eje primordial en la formación de profesionales de alta calidad en Física, Química, Matemáticas y Biología, al tiempo que recordó que los primeros estudiantes provinieron de la Universidad Central de Venezuela, donde surgieron algunos problemas, y decidieron ingresar a la naciente Facultad de Ciencias de la ULA, así como muchos otros estudiantes tanto de la región como de otras partes del país decidieron en ese entonces estudiar lo que para entonces denominaban ciencias duras.

“La matrícula de los años de inicio de funcionamiento de la Facultad de Ciencias era escasa en comparación con la actual, ya que luego de 45 años la se cuenta con mil 500 estudiantes activos atendidos por 209 profesores quienes destacan además por prestar su servicio académico dentro de las facultades de Ciencias Económicas y Sociales, Ingeniería, Ciencias Forestales y Ambientales, y Farmacia y Bioanálisis donde dictan clases a una matrícula estudiantil que supera los cuatro mil bachilleres”.

Precisó además el director académico, que cumplido el primer lapso académico dentro de la Facultad de Ciencias, los egresados eran pocos, pero que con el tiempo ha ido aumentando, y es a partir de 2007 cuando logran mantener el 17 por ciento de egresados anual, porcentaje que representa un promedio de cien profesionales al año, cifra que parece según su juicio parece pequeña, pero expresa que graduar científicos no es tarea fácil, aún más si no se cuenta con recursos específicos. “Las cuatro carreras requieren de formación sólida en ciencias básicas e investigación, además exige, para el egreso, la elaboración de un trabajo de grado de alto nivel para lo cual se requiere de recursos económicos, proceso que retrasa el acto de graduación, aunado a la pérdida de tiempo por otras circunstancias”.

El profesor Abad resaltó el valor de la investigación generada mediante la presentación de proyectos de profesores, grupos de investigación y de estudiantes, ya que cuentan con el reconocimiento de instituciones y publicaciones dedicadas al área científica donde ocupan un lugar preponderante alcanzando el patrocinio y el financiados expresado por la calidad de los proyectos.

El principal producto de la Facultad de Ciencias son sus egresados quienes, luego de cumplir con su proceso de formación, pasan a cumplir una función dentro de la sociedad, manifestó Abad, y agregó que la investigación también es otro producto que no se queda plasmado tan solo en una tesis ya que, por el contrario, está dirigida a hechos concretos avalados por la institución universitaria y por prestigiosas instituciones que reconocen y premian la labor investigativa de profesores y estudiantes.

 “La Facultad de Ciencias presta un servicio social, nuestros investigadores cuentan con proyectos relacionados con la sociedad, ejemplo de ello, es el Proyecto Páramo Andino del Instituto de Ciencias Ambientales y Ecológicas, el cual ha logrado su influencia en los habitantes de los pueblos de los páramos. Otro proyecto de valor social es el de la papa, donde nuestros profesores, de la mano con los agricultores, buscan solución para mejorar el cultivo de este rubro. En el área de la salud, el proyecto de la Leshmaniasis,  así como el Kit de diagnóstico para la enfermedad del Chagas, son otros de los aportes que han sido de beneficio para la sociedad”.

En 45 años de funcionamiento de la Facultad de Ciencias de la ULA las dificultades no son muy diferentes al año de su creación, nuevas circunstancias afectan su desarrollo y actualización, aunado a la obsolescencia  de equipos y las dificultades para la reposición y adquisición de nueva tecnologías, así como también la compra de reactivos para los laboratorios. “Graduar un estudiante de la Facultad de Ciencias no es tarea fácil, no se puede comparar cuánto gana el Estado venezolano ni la institución universitaria por el producto que forma al servicio de la sociedad, por lo que es casi imposible cuantificar el impacto de egresar casi cien profesionales de las ciencias básicas dentro de la ULA, sin embargo, la balanza es positiva”.

Para finalizar, resaltó el terreno ganado por los Encuentros con la Biología, Física, Química y Matemáticas, ingrediente que posee la Facultad de Ciencias, en cuanto a llevar la ciencia a la sociedad, específicamente a los niños dentro de sus escuelas. (Yasmira Carrasquero. CNP 12405. Prensa ULA)